Durante la pandemia por Covid-19, el joven interesado en el sector financiero, Juan Diego Oliva no solo tuvo que lidiar con la contingencia sanitaría, sino también con la imposibilidad de ahorrar por el crecimiento de los intereses en las transacciones bancarias.
El EXATEC de Campus Monterrey detectó una oportunidad financiera en las criptomonedas y desarrolló Capa.
Capa, es una plataforma de infraestructura financiera que permite realizar pagos y transferencias internacionales de manera más ágil y económica a través de distintos canales.
Lo que comenzó como un emprendimiento universitario se ha convertido en una fintech global, y hoy, gracias a esta plataforma, Juan Diego figura en Forbes como uno de los jóvenes menores de 30 años que están generando un cambio en Latinoamérica.
Sin embargo, se ha enfrentado a diferentes retos, teniendo que decidir incluso entre continuar o abandonar sus estudios.
“Porque si ellos lo pueden hacer, sé que yo lo puedo hacer mejor.”

Una empresa que cruzó la barrera digital
El proyecto inició con Alcancía, una aplicación para convertir el peso en dólar y después transformarlo en criptomoneda. Aunque parecía una idea prometedora, Diego y sus colaboradores decidieron cambiar el enfoque para adaptarse a la industria competitiva.
“Nos convertimos en una infraestructura de pagos, porque nos dimos cuenta de que la gente no ahorra”, comentó el empresario.
Este año, Capa ha generado más de 1 millón de dólares en revenue o ganancias y registrado más de 35 millones de dólares en ventas.
Con un alcance operativo en países como México, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Brasil y Colombia.
“No todo el mundo tiene el mismo acceso a lo que un banco como J.P. Morgan tiene, o a lo que una empresa o un grupo [financiero] tiene”, explicó, al tiempo que aseguró que el negocio busca brindar acceso primero a las personas y luego a los negocios.
Con un equipo de más de 25 personas, Capa continúa expandiéndose en la industria de las criptomonedas, forjando alianzas estratégicas en el proceso.
“Nosotros trabajamos con muchas empresas grandes. Nuestro cliente más grande ahora es SpaceX, que ellos operan con nosotros aquí en México y en República Dominicana”, comentó Diego.
Ingeniando entre la adversidad
Juan Diego Oliva comenzó la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sustentable (IDS) en campus Querétaro y se mudó para estudiar los últimos 5 semestres en campus Monterrey.
Nacido en República Dominicana, el joven aseguró que encontró inspiración en el espíritu emprendedor de la comunidad Tec.
“Siempre me interesó el sector financiero. Estuve trabajando en un fondo de inversión [...] y vi que todo el mundo estaba en el sector renovable empleando cierto tipo de uso del cripto”, explicó.
"Yo creo que cualquier carrera de ingeniería lo que te enseña es a resolver problemas críticos. Hay que tener un pensamiento crítico muy fuerte”, compartió.
Cuando se introdujo en el negocio de las criptomonedas notó el mismo problema con las comisiones por conversión de moneda.
Fue así que decidió actuar, y empezó su emprendimiento en colaboración con Juan David Torres y Guelmy Levit Salcedo, quienes eran compañeros de su escuela.
“Le debo mucho a la academia de Emprendimiento y a Miss Gaby, quien fue mi directora de carrera y a quien le tuve un cariño grandísimo", agregó.

Difícil decisión entre el emprendimiento y sus estudios
Juan Diego experimentó un momento decisivo cuando su plataforma todavía era muy reciente: recibió una oferta con inversión de 100 mil dólares que, de aceptarla, lo habría obligado a interrumpir sus estudios durante 1 año.
La decisión no fue sencilla, pues se trataba de un apoyo inmenso para escalar el emprendimiento. No obstante, rechazó la propuesta por el consejo que recibió de su directora de carrera.
“Miss Gaby en verdad me convenció de que hay que tener un estándar en ciertas cosas, y eso me ayudó a entender que hay tiempo para todo, y que lo bueno llega”.
Diego se graduó en diciembre del 2022, y desde entonces ha seguido en contacto con muchas de las personas que le acompañaron en la universidad.
“Si yo hubiera tomado ese cheque y no hubiese acabado mi carrera, me habría ido muy mal”.
El cofundador y CEO de Capa busca consolidar la empresa en México y República Dominicana, manteniendo, dijo, una relación consistente con sus clientes y creciendo en el mercado de las criptomonedas.
Además, se encuentra en un proceso relevante para su trayectoria como profesional.
“Estamos preparándonos para un tema serio, estamos armando un banco en México, que para mí es algo muy importante, pero eso toma muchísimo tiempo”.
Juan Diego Oliva busca contribuir en el desarrollo financiero de Latinoamérica, y su plataforma, resaltó, es una oportunidad para impulsar el ahorro y generar un patrimonio económico entre los más jóvenes.
“Para mí es un orgullo porque de verdad que uno pone el Tec y la carrera en alto. Es un logro personal porque ya son más de 3 años en la industria”, añadió.
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