Tras haber sido reconocida como una de las Mujeres en la Ciencia 2025 por 3M, Victoria de León, investigadora mexicana y egresada del Tecnológico de Monterrey, acaba de entrar a la lista 35 Innovators Under 35 en la categoría Materials Science, del MIT Technology Review 2025.
Siendo la más joven y la única latinoamericana seleccionada por el Massachusetts Institute of Technology, Victoria destaca no solo por haber alcanzado el listado a los 22 años, sino por su proyecto de un tapiz lunar que busca prevenir el cáncer en astronautas durante las futuras misiones lunares del 2027.
“Algo que diferencia al MIT 35 Innovators under 35 es que es una red donde, una vez que entras, se espera de ti que sigas transformando el mundo.
“Más que un premio mío, para mí es un premio dedicado a México, y es una forma de darle visibilidad como un país que innova, que crea y que es capaz de transformar al mundo”, expresa la ingeniera en Robótica y Sistemas Digitales.

El tapiz lunar que podría salvar la vida de los astronautas
Aún como estudiante, la ingeniera desarrolló un tapiz a base de regolito lunar que, colocado en las paredes de los hábitats espaciales, detecta la entrada de radiación y emite una alerta visible, permitiendo evacuar los espacios.
El origen de este proyecto surgió cuando, en los laboratorios de campus Ciudad de México, Victoria descubrió la propiedad fluorescente de un compuesto derivado del exoesqueleto de insectos utilizados como alimento para astronautas, al ser expuestos a radiación UV.
Actualmente, uno de los mayores riesgos para los astronautas, es la radiación, por lo pasar más de 18 meses en el espacio implica un alto riesgo de desarrollar cáncer.
“La radiación es el principal factor que limita la duración de las misiones espaciales. Si encontramos tecnologías que permitan rastrear y proteger contra la radiación, puede tener un impacto incluso en la autonomía de las futuras colonias lunares o las de Marte”, señala Victoria.
Ecotecnología: más que una disciplina, un camino de vida
Más allá del espacio, Victoria se ha interesado en la ecotecnología, una disciplina que busca equilibrar lo artificial y lo natural.
Aunque gran parte de sus investigaciones están asociadas con el espacio, la investigadora ha encontrado una motivación por no solo querer transformar las misiones lunares, sino dejar un mejor hogar para las futuras generaciones en la Tierra.
“Las tecnologías actuales dependen de materias primas no renovables que, en algún punto se agotarán. Mi objetivo es aprovechar esas materias primas biológicas, desde un punto de vista de desecho o de producción, para crear soluciones sostenibles”, explica.
“Es un premio dedicado a México, y es una forma de darle visibilidad como un país que es capaz de transformar al mundo”.
Su filosofía parte de lo que llama “ingeniería filosófica”, un ejercicio previo para entender por qué hace lo que hace, qué impacto tiene, para qué sirve y cómo está considerando a las generaciones pasadas, presentes y futuras.
“¿Cómo justificas el utilizar todas estas materias primas y transformarlas en algo más, buscando que el valor de esa transformación sea mayor al que tenía originalmente?
“Eso es lo que fundamenta mi trabajo y lo que hace preguntarme todos los días cómo puedo hacer desarrollos que ayuden a las personas y al mundo”.
Impulsar la ciencia e investigación desde México
Victoria asegura que ser científica fue un sueño desde que era niña. Hoy, a sus 22 años, busca combinar investigación con desarrollo industrial:
“Mi objetivo es fundar una startup que comercialice estos desarrollos y, con esas ganancias, impulsar más ciencia. Busco hacer un ciclo donde cada desarrollo impulse otros más y genere empleos para investigadores e investigadoras mexicanas.
“Somos un país top para utilización de materias primas biológicas, aprovechemos esto para transformar México en una nación que está empezando a sonar en el área de tecnologías sostenibles, renovables y de origen biológico”.

Por último, la investigadora indica que ser reconocida como una de las más destacadas del año implica la responsabilidad de abrir camino para más investigadores en México y, en particular, para las investigadoras.
“Yo asumo esta responsabilidad de impulsar a todas estas mujeres en el área de STEM y, por supuesto, seguir trabajando en innovaciones de mi área de estudio (biomateriales). Tengo una fuerte convicción de que esto realmente es el futuro y estoy muy comprometida con ello”, finaliza.
Con información de Emiliano Santamaría Loo y MIT.
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