¿Cuántas veces te has cuestionado si sacar 10, te garantiza tener un buen trabajo en el futuro?, ¿y qué tienen que ver Walter White y Taylor Swift en la conversación?
Michael J. Sandel, profesor de la Universidad de Harvard y filósofo político considerado como el más influyente en la actualidad (según BBC y BBVA), compartió con estudiantes del Tec de Monterrey, su opinión sobre la meritocracia y animó a cuestionar el valor que le damos a lo que se consideran méritos y una vida exitosa.
En el conversatorio, el denominado “filósofo rockstar” destacó 4 preguntas clave para cuestionar la meritocracia, y entender este sistema dentro de un “mundo globalizado y neoliberal”.

1. ¿Todos tenemos las mismas oportunidades?
Para Sandel, el mayor reto que enfrenta la meritocracia, es que incluso en una igualdad de oportunidades, se genera desigualdad a causa de la arrogancia de quienes están en la cima.
“Los que han llegado a la cima creen que su éxito es obra suya, y que, por lo tanto, merecen todo el beneficio que el mercado les otorga. Por ende, quienes luchan por alcanzar la cima, también merecen su destino.
“Así pues, el verdadero problema de la meritocracia, incluso si vivimos a la altura de las oportunidades justas, es que crea una especie de arrogancia entre los ganadores, una tendencia a menospreciar, en lugar de interactuar con todos en la sociedad y afirmar su dignidad”, afirma.
“Los que han llegado a la cima, creen que su éxito es obra suya, y que, por lo tanto, merecen todo el beneficio que el mercado les otorga”.- Michael J. Sandel.
2. ¿Quién tiene más mérito? ¿Taylor Swift o tu profesor favorito de la universidad?
De acuerdo a información oficial del Gobierno de México, un profesor de educación media o superior recibe un sueldo mensual promedio de $8,210 mensuales.
Mientras que el año pasado, Taylor Swift, entró a la lista New Billionaires de Forbes por su patrimonio neto que llegó a los 1.1 mil millones de dólares.
El filósofo norteamericano pone en cuestión si la artista pop merece ganar “10 mil veces el salario” de un profesor promedio, todo esto dentro de un sistema basado en el mercado neoliberalista.
“Aterrizándolo a un ejemplo, está Walter White (Breaking Bad), que como docente de Química no le pagaban mucho, pero de repente cambió de ser profesor a producir drogas sintéticas, lo que lo convirtió en millonario.
“¿Diríamos realmente que el valor de su contribución a la sociedad fue mil veces mayor cuando se convirtió en “cocinero” que cuando enseñaba química? Si creemos en el veredicto del mercado laboral, tendríamos que decir que sí”, concluye.
3. ¿Hay otra manera de medir el valor si no es con el dinero?
El profesor de Harvard comparte que no hay una respuesta definitiva para afirmar que la meritocracia puede existir fuera de un mercado que encuentra el valor en lo económico y que al contrario, genera la pregunta de si este mercado es el instrumento que define o puede definir el valor relativo incluso de un país.
“Cada uno de nosotros tiene opiniones sobre qué contribución a la sociedad es valiosa, pero desacordar sobre cómo medir varias contribuciones sociales.
“El mercado parece ser una herramienta neutral de valor que nos excluye de la difícil tarea de debatir y resolver juntos para responder la pregunta sobre el valor de los roles sociales”, comenta.
4. Entonces, ¿realmente es posible un sistema meritocrático?
Si bien, la meritocracia es un sistema que puede favorecer a la igualdad y justicia social, Sandel comenta que incluso en una meritocracia que busca ser completamente justa, será difícil lograrlo, si no es que imposible.
Más allá de buscar perfeccionar este sistema, el filósofo propone recuperar preguntas fundamentales sobre quién merece qué, cómo es una sociedad justa y qué se considera una contribución justa.
“Lo que realmente debemos hacer es generar un discurso público moralmente más sólido que al que estamos acostumbrados, dependiendo menos de respuestas tecnocráticas a cuestiones esencialmente morales y cívicas.
“No todos estamos de acuerdo en la respuesta que di, pero este tipo de discusión sugiere que es posible razonar sobre grandes cuestiones de justicia y equidad. Y cuando hagamos eso, contribuiremos a sanar la polarización y a elevar los términos de la política para que se acerquen al menos a una política del bien común”, finaliza.
“El mercado parece que nos excluye de la difícil tarea de responder la pregunta sobre el valor de los roles sociales” .- Michael J. Sandel.
Sobre el conversatorio con Michael J. Sandel
La conferencia de Michael J. Sandel dio inicio a las celebraciones del Aniversario 50 de la presencia del Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México.
“Para nuestros estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, este encuentro les brinda herramientas fundamentales en 3 dimensiones: pensamiento crítico y ético, deliberación y ciudadanía democrática, y visión integral de lo público.
“Además, representa una oportunidad única de formación para los estudiantes, pues acerca la filosofía política y la reflexión ética a los dilemas concretos de nuestras sociedades contemporáneas”, menciona Gabriela Pérez Yarahuán, decana de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno en Ciudad de México.
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